LA FIESTA DE TODOS LOS SANTOS EN BOLIVIA

Al pasar de los años esta festividad en Bolivia ha ido cambiando, sin embargo, con el fin de recuperar nuestras tradiciones y costumbres le dedicamos este espacio a esta festividad: la fiesta de todos los santos, conocido también como la fiesta del día de los muertos.

En este día la Iglesia celebra a manera de fiesta solemne a todos aquellos difuntos que, habiendo superado el purgatorio, se han santificado totalmente y gozan de la vida eterna en la presencia de Dios. Por eso es el día de «todos los santos». No se festeja, pues, sólo a los beatos o santos; se celebra también a todos los que no están santificados, pero que viven ya en la presencia de Dios.

TODOS SANTOS EN BOLIVIA

En Bolivia esta fiesta está muy apegada a su cultura quechua y aymara. Las personas acostumbran a elaborar pan con formas diferentes como caballos, escaleras y todo tipo de masas y dulces para recibir y compartir con los difuntos que, según las creencias, llegan el 1 de noviembre y se van a las 12:00 del 2 de noviembre.

Todas estas masitas son tendidas en las mesas de las casas y de los cementerios, además se pone todo lo que al difunto, para quien va la mesa, le gustaba comer en vida (incluso platos preparados) esperando que otras personas mayores y niños den una oración para el Difunto y, a cambio, se le da ofrendas, bizcochuelos, dulces, frutas o lo que haya en la mesa de ofrenda.

Tradicionalmente también se procede a la colocación de velas y adornos florales en donde yacen los difuntos, en recuerdo a sus seres queridos.

Según se acostumbra  en Bolivia en las mesas se ponen masitas dulces o como se suelen llamar T’anta Wawas, en la creencia de que en este día especial los espíritus o almas de nuestros los seres queridos nos visitan, a lo cual estas almas esperan poder encontrar algo en las mesas para que puedan servirse.

Las almas que vienen a visitarnos están contentos de ver las alabanzas y rezos dedicados a ellos, entones las personas, suelen salir de sus casas a ir a buscar las casas con mesas tendidas para poder rezar, cantar alabanzas acompañados de padres nuestros y unos cuantos aves marias, a cambio de recibir ofrendas, frutas, etc.